La dislexia es un desorden específico en la recepción, en la comprensión, y/o en la expresión de la comunicación escrita, que se manifiesta en dificultades reiteradas y persistentes para aprender a leer. Se caracteriza por un rendimiento inferior a lo esperado para la edad mental, el nivel socioeconómico, y el grado escolar, sean en los procesos de decodificación, de comprensión lectora o en su expresión escrita.
Ya que este trastorno puede producirse antes de que la persona haya adquirido la lectura o después de adquirida, puede distinguirse entre dos tipos de dislexia:
- Dislexia adquirida: la sufrirían aquellas personas que tras haber logrado un determinado nivel lector, pierden algunas de estas habilidades como consecuencia de una lesión cerebral.
- Dislexia evolutiva: niños que sin ninguna razón aparente presentan dificultades especiales en el aprendizaje de la lectura.
También hay que tener en cuenta que no toda dificultad en la lectura significa que nos encontremos ante un niño con dislexia. La lectura es una actividad muy compleja en cuyo aprendizaje es normal que en las primeras etapas aparezcan dificultades y errores que no tienen por qué indicar una futura dislexia. Muchos autores señalan que para ello tendría que producirse un retraso de dos años en relación al nivel esperado de lectura.
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